María Teresa Presa

Los Grandes Condors

María Teresa Presa

Me inicié en el Club Explorador Cóndor en el año de 1972, y mi primera excursión fue a la Posada de Vidrio Plano después de rogarle a mi hermano Mario Presa que me llevara a acampar.

Así empezó mi amor y pasión por el Cóndor y la montaña.

Ahí conocí a grandes amigos, que hasta la fecha nos frecuentamos.

El Club siempre se ha distinguido por tener como socios a gente buena y con valores, y por ser muy respetado por la comunidad montañista local y nacional.

Tuve el honor de convivir en veredas y paredes verticales con grandes personalidades del montañismo, como Don Jesús Montenegro, Jesús Cedillo, Toño Castillo, Lalo Verduzco, Jesús Guerra y el Profesor Saúl Hernández Galicia y de otros clubes y organizaciones como Paco (Martínez) Estrada, Don Jesús Nava, Francisco Ochoa, Juan de Dios de León.

Los años que me mantuve activa disfruté de recorridos, alta y media montaña y escalada en la Huasteca y Potrero Chico.

Una de las dos excursiones más memorables y que todavía me llenan de orgullo es cuando para celebrar un aniversario del Club fuimos mi comadre Elena Castillo y yo, dormimos en el Moro y al día siguiente hicimos cumbre en la Calle. Una muy bonita experiencia: una excursión femenil.

La segunda fue al Nido de los Aguiluchos, donde salimos Elena Castillo, Zulma García y yo. Nos fue fantástico pues nosotras solas tendimos el cable para descender.

Realmente nos sentimos orgullosas porque en ese tiempo no había muchas chicas excursionistas, y mucho menos que salieran solas.

En 1978 iniciamos la construcción de la Cabaña Cóndor. Todos participamos de alguna manera en ese proyecto hasta verla terminada, inaugurada y bendecida con una Misa oficiada por nuestro consocio el Padre Francisco Silva (+).

Años después, cuando nuestras hijas Libertad y Silva estaban pequeñitas nos turnábamos mi esposo José Sánchez de la Peña y yo un fin de semana cada quien para salir de excursión o cuidar hijas.

Hasta que tuvieron edad para salir a caminar con nosotros, e inculcarles el amor y respeto a la montaña.

Esas salidas las disfrutamos mucho.

Son ya décadas que suman tantos recuerdos y lecciones de vida que me marcaron para bien.

El estar desde hace ya casi 50 años en mi amado Club Explorador Cóndor que con mucho orgullo llevo en mi corazón. Aprovecho para felicitarlos por esa hermosa Cruz del Montañista que con un enorme esfuerzo construyeron y reinstalaron en el Pico Cóndor del Cerro de la Silla.