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Primera Cruz del Pico Sur

La Cruz del Montañista

Primera Cruz del Club Cóndor

Por Jesús J. Montenegro Rodríguez

(Artículo publicado por el periódico “Más Noticias” de Monterrey, en la década de 1960)

Está la gran Cruz del Montañista instalada en el Pico Sur (Pico Cóndor) del Cerro de la Silla y fue erigida por el Club Cóndor para conmemorar la conquista del citado Pico Sur.

A la fecha, la “Cruz del Montañista” es la estructura metálica en forma de cruz más alta y de mayor peso entre todas las que coronan las cumbres de México y tal vez de toda América, pues tal vez habrá cruces más altas, pero la Cruz del Montañista tiene un peso de mil 500 kilogramos.

Es también la gran Cruz del Pico Sur el orgullo del Montañista de Nuevo León ya que no deja de ser visitada por todo excursionista que de otra parte del país visita Monterrey y sus guías es casi siempre lo primero que desean enseñarle, la enorme Cruz que, como dijimos, no existe otra en ninguna parte del país tan alta ni tan grande como la de Monterrey.

Nos ha tocado oír a personas que en la Calzada Madero ponen telescopios que por veinte centavos dejan ver lo más notable de los alrededores, decir: “vea usted la Cruz que pusieron los españoles en el Cerro de la Silla” Y efectivamente, sólo los excursionistas saben que fueron los propios excursionistas quienes la erigieron, pero no todos saben que fue el Club Cóndor quien efectuó ese trabajo.

Esta es la historia: elementos de los clubes Cóndor y Aguiluchos hacían todo lo posible, sin llegar a la competencia, por llegar primero a la cumbre del Pico Sur en el año de 1949.

Lo que los socios de cada club buscaban era la ruta más accesible y mientras que los del Cóndor buscaban por el cañón, los muchachos del Aguiluchos buscaban por la arista de la izquierda, que les parecía más accesible.

Y domingo a domingo, ambos grupos se saludaban en la parte baja del Cerro y cada quien se dirigía a donde había llegado el domingo anterior, o la última vez que había estado en el empeño de subir.

Nosotros los del Cóndor sufrimos fuertes sustos en busca de la ruta por el cañón y varias veces estuvimos tentados a dejar las cosas por la paz, pero el amor propio pudo más que el miedo y después de no pocos sustos, un Buendía un grupo jefaturado por Juan Álvarez, en medio de fuerte neblina escaló el Pico que era como una obsesión y tras de pasar por el después llamado Arco del Triunfo, y pararse en la parte alta del pico, vieron que ya no había nada que subir: habían llegado sin darse cuenta de que el Pico era suyo.

Ese día los trabajos fueron para regresar a la parte baja, pues con la euforia del triunfo no midieron el tiempo y se les hizo tarde y con la ruta recién descubierta era bastante difícil encontrar señales de la subida, por lo que el descenso fue otra hazaña.

Al ser conocida en el Club la noticia del triunfo, se pensó inmortalizar el hecho de alguna manera y de nuevo fue Juan Alvarez, entonces Capitán del grupo, quien tuvo la idea de poner una cruz, pero la idea era una sencilla cruz de tubo delgado o algo parecido, pues de sobra conocíamos las dificultades para subir al pico sin nada y más cargando algo pesado.

La idea fue aprobada y de inmediato un Socio, Alonso Luna que trabajaba en la firma “Estructuras de Acero, S. A.” se ofreció a tramitar con sus jefes que regalaran el material necesario para hacer la Cruz.

Habló con don José F. de la Vega, quien gentilmente le hizo saber que él, que era el gerente de la compañía, regalaba la cruz si el Club se comprometía a llevarla al cerro.

Al dar Alonso esta noticia en el Club, claro que todos dijimos que sí, y es que nadie se imaginaba la enorme estructura que el señor Ingeniero de la Vega se proponía regalarnos. Pasó el tiempo y un buen día se nos informó que la Cruz estaba lista y que podíamos pasar a la factoría para recoger la estructura.

Juan Alvarez y un servidor fuimos a la fábrica y nuestro asombro fue enorme cuando vimos la gran Cruz colgada de una pluma de las que se usan para levantar grandes pesos y nuestro pensamiento fue:

¿cómo le haremos para llevarla al cerro?

 

La Cruz fue llevada al local del Club, donde ocupó toda el área disponible, allí la desarmamos y en un camión fue llevada a la Punta de la Loma, donde encargamos aquel gran montón de fierros.

La primera vez que se hizo una excursión para empezar a subir los fierros fue el día 30 de septiembre de 1949, y siguieron los trabajos el resto del año, excepto en octubre que nos fuimos a los Volcanes. Regresamos de México y ya en 1950 seguimos trabajando en subir aquella tonelada y media de fierros, hasta que todo estuvo en la cumbre no sin grandes sustos y fatigas sin cuento, pero ya estaban arriba.

En esa tarea nos ayudaron TODOS los clubes que entonces había en Monterrey.

Hubo luego que subir 100 kilos de cemento, otro tanto de arena, en fin lo necesario para el vaciado de la base, hacer un gran hoyo en plena roca para poner allí la Cruz y sólo Dios sabe lo que se sufrió hasta que llegó el gran día de hacer el vaciado de la base.

Ese día todos los que subimos llevamos un recipiente con agua para usarse en la mezcla de cemento, arena, etc. Era plena temporada de calor que en ese cerro es terrible y todos vimos cómo la dotación de agua desaparecía trabada por aquel insaciable cemento y arena, mientras que se desvanecía la esperanza de que sobrara algo para mitigar algo nuestra sed.

Por suerte el vaciado quedó correcto y el siguiente domingo que fuimos a seguir la tarea el primer tramo estaba fuertemente enterrado en el cerro, y así, domingo a domingo seguimos con la tarea de armar la cruz de acuerdo con el plano que nos proporcionó Estructuras de Acero.

Al quedar armada la Cruz vimos que quedó casi cuadrada, y era que en el vaciado inicial quedó dentro del cemento.

Sometido el problema al señor Ingeniero de la Vega, dijo que el problema era para nosotros, que tendríamos que subir más fierros al cerro, ya que él proporcionaría lo necesario. Para el décimo aniversario principió una lucha frenética contra el tiempo y en mayo de 1950 en que se inauguró, todavía a la hora en que la ceremonia de inauguración empezaba, con gran asistencia de excursionistas que apenas cabían en el reducido espacio del pico, todavía la raza del Cóndor apretaba los últimos tornillos. La gran Cruz estaba lista.

Grande fue nuestra emoción contemplar aquella gran obra terminada y desde entonces esa Cruz es nuestro orgullo, del Club Cóndor y del Montañismo de Monterrey, ya que todos los clubes ayudaron en lo que les fue posible.

De aquella raza que estaba en el Cóndor ya pocos siguen, pues la vida los ha llamado por diferentes rutas, pero quela la enorme Cruz como prueba de su fibra y de su entusiasmo y de seguro se sienten orgullosos de haber colaborado en su erección y de nuevo y con gran agradecimiento por parte del Club Cóndor citamos a los clubes que hicieron con su ayuda posible que la gran Cruz presida el panorama de Monterrey desde su altura de 1785 metros, donde está.

Los clubes fueron para su orgullo los siguientes: Focos S. A., Águilas de T. I. S. A., Guía de Montaña, F. A. M. A., Tepeyac, J. L. Beteta, Nuevo Repueblo, Troqueles, Francisco Cantú, Cristalería, Osos, Bando de Monterrey, Aguiluchos, Águilas del Norte, “13” de Vidriera, etc. De nuevo, ¡muchas gracias!

Informe para el grupo en Boletin

Bibliografía:

Boletín Cóndor N° 20- Febrero de 1949 – pág. 12 (http://club-condor.org/imagen/boletin-no-20-1949-02-p-12-y-13-b): “Por otra parte los Mayores escalaron el Cañón del Centinela los días 15 y 16 de enero, llegando hasta unos 50 metros de la cumbre del Pico Sur.”

Boletín Cóndor N° 22- Abril - Mayo de 1949 – pág. 6 (http://club-condor.org/imagen/boletin-no-22-1949-04-y-05-p-06-y-07): “También debe usted saber que por fin fue vencido el Pico Sur de nuestro majestuoso Cerro de la Silla”.

Boletín Cóndor N° 26- Noviembre - Diciembre de 1949 – págs. 4 a 6 (http://club-condor.org/imagen/boletin-no-23-1949-11-y-12-p-04-y-05 y http://club-condor.org/imagen/boletin-no-23-1949-11-y-12-p-06-y-07): Juan Manuel Álvarez publica el resumen “Trabajos desarrollados para la instalación de la Cruz del Montañista desde su iniciación”

Boletín Cóndor N° 27- Enero - Febrero de 1950 Pág. 11- Enero 7: La sección de mayores escaló el Pico Cóndor para hacer el vaciado de la Cruz del Montañista, asistiendo 12 socios. http://club-condor.org/imagen/boletin-no-27-1950-01-y-02-p-10-y-11-b, Enero 22: La sección de mayores ascendió al Pico Cóndor para armar la “Cruz” asistiendo bastantes elementos.

Pág. 9: Foto “Estado actual de la Cruz del Montañista en el Pico Cóndor, a la que le serán agregados 2.35 metros.” http://club-condor.org/imagen/boletin-no-27-1950-01-y-02-p-08-y-09-b

Pág. 14: “Nuestro Cap. Montenegro presentó a cada uno de los socios que asistieron a ayudar en la colocación de la cruz.

 



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